Este cine fue
construido en los años 50 por una empresa madrileña. En un principio se pensó que
funcionase como teatro. Era, junto al Goya, París, Rex y Mauritania uno de los elegantes
de la ciudad en contraposición de los, Alcázar, Capitol, American cinema y Vox,
considerados populares. Los nombrados en primer lugar, junto con este, eran
frecuentados, generalmente, por europeos y sobre todo por españoles, no en vano,
los individuos de esta nacionalidad eran la población no marroquí mayoritaria
en Tánger
Las películas que en él se proyectaban eran
siempre habladas en castellano.